“…estar dispuesto a perder yo para que ganemos nosotros…”
Llevo ya algunos años tratando escribir este post. Por diversas razones no lo llegaba a terminar, tal vez creo que no me sentía preparado para explicar algo que pasa por mi cabeza sin indicador alguno. “Aquí hay falta de Interés sincero” es la frase que siempre he tratado de explicar. Nunca se me hizo fácil porque me refiero a sentir para poder hacer.
En las interacciones sociales todos tenemos intereses, esto es de lo mas normal, todos buscamos algo, un objetivo, una ganancia, un dinero, un favor, etc. Existen modelos de intereses en los que uno gana, en el que todos ganan o en el que todos perdemos.
En el trabajo de coaching esta figura no cambia, pero encontramos un factor decisivo para el éxito. Para poder realizar buen coaching se requiere que estemos sinceramente interesados. Es natural entonces que nos preguntemos ¿En que debemos estar interesados?. Pues debemos estar interesados en la persona u organización a la cual brindamos servicio. Puede ser bastante fácil de decir y escribir pero es muy difícil de hacer, es uno de los retos mas grandes que he encontrado.
¿Como lo hacemos? aquí entran en juego muchas de las habilidades que un coach debe manejar en mayor o menor medida tales como Rapport, Programación Neurolingüística, empatía, Mirroring, etc. Adicionalmente los conocimientos de psicología que pueda tener.
Entrar en rapport con una persona u organización requiere el desarrollo de habilidades no visibles fácilmente. En mi pequeña experiencia estuve obligado, algunas veces, a no hacer coaching porque simplemente no llegue al nivel de rapport y empatía que requería. Es decir, no llegue a interesarme sinceramente en el objetivo que se quería alcanzar. Es frustrante y se que muchos coachs han pasado por eso. Por desgracia esto no se aprende en un retiro de fin de semana, ni en un curso a distancia. Se aprende por experiencia.
“El coaching es una herramienta muy poderosa” se suele poner en las charlas y publicaciones. Lo es, pero como toda herramienta poderosa puede servir tanto para construir como para destruir. Si no estas (disculpen que lo repita tanto) “Interesado sinceramente” vas a provocar destrozos. Es mejor pasar aquello que no podemos controlar.
“Interés sincero” va mas por el lado de identificarse con el objetivo, de estar dispuesto a perder yo para que ganemos nosotros, interesarse por encima de otros factores como paga, reconocimiento, aumentar curriculum, experiencia, etc.
Es por ello que algunas personas no creen en el coaching. Un buen coach nunca se va a vanagloriar de su trabajo, porque su trabajo es que otros digan “yo lo hice”. Si un coach toma el “yo lo hice” considero que perdió todo crédito. “Un lo hicimos podría ser mas adecuado”. El resultado de un logro hace feliz a un coach, pero el escuchar a su cliente decir “lo hice” o “lo hicimos” es aun mas meritorio. Si una persona recibió un buen coaching lo recomendara, pero será esa persona quien tiene el derecho de exponer lo que fue su experiencia. No es como un ingeniero que puede vanagloriarse de su obra o como un pintor puede alzar el pecho ante su arte.
El coaching toca fibras muy internas de las personas y las organizaciones, entra en lugares a los que se les ha dado un permiso y que merecen respeto. Es por esa parte tan invisible que el buen coaching se mueve entre experiencias y conversaciones personales y no pasea por comerciales de televisión, ni cursos. Es por eso que muchas veces debemos callar, empezar de cero y ganar confianza una y otra vez en vez de tomar el camino fácil de exponer logros que no nos corresponden publicar.
En resumen, Interesarse sinceramente se da día a día entre las personas, las familias y los amigos. Lo hacemos por un lazo afectivo. Pero hacerlo a nivel profesional es todo un reto. ¿De que manera en el día a día nos interesamos sinceramente en nuestro trabajo?. Esto me hace recordar una frase que decía “Recursos humanos nunca tiene tiempo para atender a los empleados”
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